Ucrania, Alemania y la dependencia europea de Rusia

El 1975 nació el emblema del “Sol sonriente” en el que en varios idiomas, junto a un sol sonriente aparecía en varias lenguas el eslogan “¿Nuclear? No gracias” y que no reproduciré aquí por que es una marca registrada y sus dueños son celosos de su buen uso, yo básicamente voy a criticarlo. En cambio ilustro este artículo con su contraparte.

La energía nuclear no es sencilla. En ninguno de sus aspectos, ni el científico ni el social. Los combustibles fósiles arden más o menos lentamente, y los accidentes, cuando los hay no son muy dramáticos, pero igual envenenan el planeta, muy lenta y hasta hace poco soterradamente. En cambio cuando hay un accidente en la nuclear si es dramático y muy peligroso, véase Chernóbil o Fukushima. Esta claro que ninguno es una fuente de energía fiable.

Pero hay una alternativa que lo tiene casi todo. Las renovables. A día de hoy su principal carencia es que no podemos controlar su generación. De noche no hay sol, y el viento y las lluvias son intermitentes. Pero los beneficios compensan las carencias.

Como hemos dicho la nuclear es peligrosa, aunque hasta ahora, los dos accidentes más serios (los arriba mencionados) se podrían haber evitado si las cosas se hubiesen hecho de la manera correcta. Es decir, fue el diseño y el recorte de gastos en ambas centrales (y además un experimento ilegal en el caso de Chernóbil) los que lo provocaron. No obstante el movimiento antinuclear se inició mucho antes y era lógico. Y sobre el papel es estupendo. Lo admito, ojalá no necesitásemos centrales nucleares. Me encantaría que no hubiese ni una, pero a día de hoy las necesitamos.

El movimiento del sol sonriente pegó muy fuerte en Alemania y el país poco a poco ha indo dependiendo menos de esa energía. Y sí, han invertido mucho en renovables, pero también en carbón y gas. Cambiamos un veneno por otro. Uno que raras veces actúa y que podemos catalogar como relativamente seguro por otro que sabemos que está matando a personas y al planeta en general.

Y como todo, tiene más consecuencias y ramificaciones de las que parece. Ahora Rusia nos tiene chantajeados con el suministro energético, sobre todo de gas y eso ha dividido y debilitado a Europa. Cuando más unidos debíamos estar, al principio de la invasión de Ucrania, ha habido dudas, reticencias y en resumen, todo lo contrario a una respuesta clara y contundente contra el invasor Ruso.

Así que ahora más que nunca, seguiré esgrimiendo mi muchas veces impopular argumento de que necesitamos las nucleares mientras las renovables toman el relevo. A las muertes por contaminación atmosférica ahora debemos sumar las de muchos inocentes ucranianos, y seguro que la de muchos rusos que no querían saber nada de esa guerra y van obligados.

Y como de costumbre apretando ya para los que por desgracia serán los últimos exámenes de septiembre que en esta ocasión preparamos matemáticas, estadística, empresa, contabilidad, costes, dirección financiera y estados contables